A medida que avanzan las investigaciones en el área maya se reconoce la importancia de la antigua ciudad maya de Calakmul.

El inframundo es la región de la oscuridad y la muerte; a él descienden los espíritus cuando el cuerpo parece y se transforma en energía de muerte.

En el Preclásico Tardío, el concepto del ajuar cambió tanto en el diseño, en los colores preferidos, como en un acabado de menor calidad y perfección.

Las piezas de artillería se operaban desde los barcos y demolían las defensas indígenas.

En los depósitos de ofrendas, el jade tuvo también una significación cósmica directamente relacionada con el centro y el mundo.

Estos grupos tenían un patrón de construcción específico al momento de edificar sus ciudades, y daban especial atención a la construcción de las canchas del juego de pelota.

Debido a su omnipresencia también se le representó de otras maneras y recibió varios nombres, según sus múltiples advocaciones.

La información relativa a la ocupación más temprana de Kohunlich se obtuvo gracias a las excavaciones que realizamos en la Plaza Yaxná.

El sitio se localiza en una parte de la planicie aluvial, antaño surcada por cauces fluviales y enmarcada por una densa vegetación de selva alta, manglares y popales.

Cuando los primeros españoles tocaron tierras continentales en el Nuevo Mundo se sorprendieron de que sus habitantes supieran escribir y tuvieran libros hechos en “papel”.

La ciudad es notable por su secuencia ocupacional, su arquitectura, sus monumentos con inscripciones y por la cantidad y calidad de los objetos ahí localizados.

De acuerdo con el sacerdote maya que escribió el Chilam Balam de Chumayel, en el siglo XVII, los gobernantes de Chichén Itzá llegaron a Tahcabo en busca de miel.

En la parte central de la cámara funeraria del Templo de las Inscripciones de Palenque, Chiapas, se encuentra un sarcófago monolítico rectangular que esta ha cubierto por una lápida.

El instrumento más importante para la exploración de la voluntad divina en las sociedades antiguas mesoamericanas fue, y en muchas áreas lo es hasta hoy en día, el calendario.

Piezas de la ofrenda a Janaab’ Pakal.