El Mural de los Bebedores de Cholula, Puebla
La iconografía
Respecto a la iconografía del mural, el primero en hacer una propuesta fue César Lizardi Ramos, en 1969, quien planteó que la bebida que ingieren los personajes es pulque, tesis sostenida también por Ponciano Salazar Ortegón, Florencia Müller, Ignacio Marquina y Rodolfo Vallín Magaña. Los argumentos para dicha identificación son la posición relajada de las figuras, el abultado abdomen y la representación de mujeres ancianas, como aparecen en el Códice Vindobonensis y como lo cita Sahagún.
Uno de los personajes porta un acocote, instrumento que sirve para extraer el aguamiel del maguey (Müller, 1972); hay un insecto, grandes vasijas u ollas tlachiqueras, así como copas, similares a las que se han hallado en ofrendas y entierros. También se ve un a personaje vertiendo un líquido blanco, además de uno que lleva una máscara, quizá de conejo, animal relacionado con el pulque, la agricultura y la Luna. Todos estos elementos sirven de base para sostener la tesis planteada por Lizardi.
El mural se puede entender como un registro del ritual asociado a la bebida del pulque. Posiblemente se trate de una ceremonia en la que, mediante esa bebida, se vincula a los dioses con los hombres, de un sistema de comunicación que reafirma un pensamiento religioso. Tal vez a ello se deba que el mural estaba a la vista pública, como instrumento para reforzar valores; además, se sabe que fue retocado y repintado para ocasiones especiales.
Dionisio Rodríguez Cabrera. Licenciado en historia por la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM. Miembro del Proyecto La Pintura Mural Prehispánica de México.
Rodríguez Cabrera, Dionisio, “El Mural de los Bebedores de Cholula, Puebla”, Arqueología Mexicana, núm. 59, pp. 32-37.
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