Dentro del complejo mundo de seres serpentinos que se representaron en códices, cerámica, esculturas, relieves, tallas de madera o en diversos elementos arquitectónicos, las imágenes de serpientes de dos cabezas han llamado la atención de los especialistas dedicados al estudio de los animales mesoamericanos.
Este artículo presenta los trabajos de conservación-restauración realizados en tres de los cuatro asentamientos del corredor ecoarqueológico Paamul II: Garra de Jaguar, Ocho Balas y Las Manitas, aledaños al tramo 5 sur del Tren Maya. Se expone un panorama general de los procesos y criterios aplicados, los hallazgos registrados a partir de la intervención, así como la importancia de la colaboración interdisciplinaria.
La intensa vida ritual de la capital altiplánica no sólo se refleja en las complejas ceremonias plasmadas en el arte escultórico, sino también en las ricas ofrendas inhumadas en los principales edificios públicos. De uno de estos contextos procede un conjunto inusitado de animales marinos traídos desde las lejanas costas del Océano Pacífico. Las estrellas, junto con los corales, las almejas y los caracoles ocupan allí un lugar de privilegio.
Las serpientes de agua ocupan un lugar especial en el Códice Florentino de fray Bernardino de Sahagún, pues la descripción de estos reptiles se encuentra en el mismo capítulo donde aparecen lagartos, sapos o, incluso, mamíferos como la nutria o el fantástico ahuítzotl. La razón de esta clasificación es porque estos seres acuáticos no son comestibles, a diferencia de los peces, camarones, tortugas y renacuajos que sí lo son, y que llegan a ocupar párrafos anteriores en el mismo libro undécimo.
Se examina aquí una selección del patrimio arquitectónico del estado de Oaxaca, cuya referencia esencial son las portadas de los edificios heredados de la época colonial, puesto que en ellas se concentra la mayor riqueza ornamental y creativa de ese periodo.
En el colegio de Tlatelolco fueron maestros dos de los principales estudiosos del pasado indígena –autores tanto de diccionarios como de obras de evangelización–: fray Bernardino de Sahagún y fray Andrés de Olmos.
Este mito general, sobre las primera personas, es inusitado por incluir muchos episodios concatenados, fue recopilado en San Juan Chamula, en tzotzil, por Gary Gossen.
Se sabe que los olmecas utlizaron el chapopote para sellar acueductos y embarcaciones, como decoración de figurillas y en mangos de cuchillos, y como material de construcción.
Entre 2002 y 2004 se llevaron a cabo las primeras exploraciones arqueológicas en el Edificio 4 de Tula, un palacio del Posclásico, en las que hubo valiosos hallazgos arqueológicos.
El papel de la guerra fue esencial para la conformación de Mesoamérica como área cultural. La convivencia pacífica permitió la difusión de ideas y tecnologías.
En el Cenote Sagrado se han llevado a cabo dos periodos de investigación subacuática que han permitido la recuperación de abundantes materiales culturales.
La antropología de la región que abarca el actual estado de Guerrero es compleja. En el siglo XVI, la variedad de lenguas era tal que el estado se asemejaba a un rompecabezas.