Un día cualquiera
Enrique Vela
El despertar
Todo el mundo debía despertarse temprano. Cada mañana al levantarse, las mujeres esparcían copal sobre el fuego a modo de ofrenda al Sol. Las mujeres empezaban sus labores domésticas y los hombres se preparaban para sus afanes cotidianos: en el campo, los talleres, la obra pública, etc. Normalmente llevaban consigo su itacate.
22-04-2019 11:31