Los tres códices mayas que se conocen han sido de invaluable importancia para el conocimiento del sistema de cómputo del tiempo, la estructura religiosa y la escritura.
Durante el siglo xix y aún antes muchas fueron las ocasiones en que cronistas, viajeros y estudiosos relacionaban las culturas prehispánicas con otras culturas del mundo.
Es uno de los sitios que tuvieron su apogeo en la época posterior al declive teotihuacano y, muy probablemente, servía de enlace entre el Altiplano Central y regiones de Guerrero y Michoacán.
El templo fue destruido hasta sus cimientos, aunque se conservan partes de las etapas anteriores. Esto era inevitable, pues simbólicamente equivalía al centro de la cosmovisión mexica.
Con nuevo discurso museográfico, la Sala Japón, la tierra del Sol Naciente, alberga 120 piezas sobre el arte y las aportaciones tradicionales de esta nación