Los mamíferos en la pintura mural prehispánica

Fernando Guerrero Martínez

La diversidad de mamíferos en México es única en el mundo. Las más de 500 especies de esta clase de animales se distribuyen en todo el territorio nacional y habitan una variedad de ambientes sobresaliente, tanto terrestres como marinos. La importancia de los mamíferos para los pueblos mesoamericanos se expresó de múltiples formas, tanto materiales como inmateriales. Ocuparon un lugar destacado como fuente de alimento, vestimenta y medicina; se usaron en ofrendas y entierros, así como instrumentos musicales y rituales, sin olvidar su papel trascendental en la cosmovisión de la tradición mesoamericana. En ese sentido, la relevancia simbólica de esta fauna se manifiesta particularmente en la pintura mural prehispánica de varios sitios arqueológicos.

Presencia de los mamíferos en las escenas pictóricas

La diversidad de imágenes de mamíferos en la pintura mural prehispánica incluye de manera destacada las pieles o partes de los animales que conforman la indumentaria de distintos personajes, ya sea gobernantes, guerreros o sacerdotes. En ocasiones no se trata del uso del pelaje del mamífero, sino del propio animal que se encuentra en posición humana, ataviado con ricas insignias y portando armas de guerra. Esto es patente en las imágenes de mamíferos carnívoros como los cánidos y los felinos. Las pieles de estos últimos, en especial la del jaguar, pero también de otros como el ocelote y el tigrillo, representaban símbolos de poder y de jerarquía. Los ejemplos de mamíferos que fueron usados como nombres calendáricos de personajes prestigiosos, demuestra también su valor iconográfico y social.

Felinos y cánidos, jerarquías depredadoras

Entre los mamíferos más representados en los murales precolombinos se encuentran los mayores depredadores en los ecosistemas que habitan. Felinos como el jaguar y el puma, y cánidos como el coyote, tuvieron un lugar preponderante en las elites gobernantes, y sus rasgos distintivos, como los hocicos de colmillos prominentes y las garras afiladas, fueron exaltados y asociados al poder político, militar y religioso, como se ve en Teotihuacan y Cacaxtla. Así, las fauces abiertas de estos animales, junto con corazones sangrantes, se relacionaron con el sacrificio humano.

Fauna híbrida

Los atributos simbólicos de los mamíferos fueron también mezclados con los de otras especies: anfibios, reptiles y aves, para formar seres híbridos cargados de profundos significados. Las características conductuales y reproductivas del jaguar se asociaron con la fertilidad de la tierra y el crecimiento vegetal, a su vez relacionados con el agua. Esto permitió que los pintores de Cacaxtla sintetizaran estos conceptos y los plasmaran por medio de la combinación del felino con un sapo y con una tortuga, en una escena desarrollada en el inframundo acuático, donde crecen las plantas de maíz. Por otra parte, en Teotihuacan es posible advertir felinos y cánidos emplumados, hecho que muestra su vínculo con el ámbito celeste del cosmos. En conclusión, las imágenes de mamíferos en los murales prehispánicos comprueban la estrecha relación del ser humano con este tipo de fauna, a la que dotaron de diversos significados, y con la que sintieron una cercanía peculiar. Esto queda de manifiesto al analizar los rasgos de los animales que los antiguos pintores quisieron acentuar y el valor que les atribuyeron.

 

Fernando Guerrero Martínez. Biólogo por la Facultad de Ciencias de la unam. Maestro y doctor en estudios mesoamericanos por la UNAM. Se especializa en el estudio de las relaciones humano- fauna y el simbolismo animal, desde la etnozoología. Investigador del Centro de Investigaciones Multidisciplinarias sobre Chiapas y la Frontera Sur de la UNAM.

Guerrero Martínez, Fernando, “Los mamíferos en la pintura mural prehispánica”, Arqueología Mexicana, núm. 162, pp. 60-63.