Dentro del complejo mundo de seres serpentinos que se representaron en códices, cerámica, esculturas, relieves, tallas de madera o en diversos elementos arquitectónicos, las imágenes de serpientes de dos cabezas han llamado la atención de los especialistas dedicados al estudio de los animales mesoamericanos.
Este artículo presenta los trabajos de conservación-restauración realizados en tres de los cuatro asentamientos del corredor ecoarqueológico Paamul II: Garra de Jaguar, Ocho Balas y Las Manitas, aledaños al tramo 5 sur del Tren Maya. Se expone un panorama general de los procesos y criterios aplicados, los hallazgos registrados a partir de la intervención, así como la importancia de la colaboración interdisciplinaria.
La intensa vida ritual de la capital altiplánica no sólo se refleja en las complejas ceremonias plasmadas en el arte escultórico, sino también en las ricas ofrendas inhumadas en los principales edificios públicos. De uno de estos contextos procede un conjunto inusitado de animales marinos traídos desde las lejanas costas del Océano Pacífico. Las estrellas, junto con los corales, las almejas y los caracoles ocupan allí un lugar de privilegio.
Belice se encuentra en el límite oriental del mundo maya. Su tradición académica es producto de haber sido una colonia de la corona británica hasta 1981 y la mayoría de su arqueología ha sido hecha por no beliceños.
La importancia de la cabeza en el arte olmeca se subraya no solamente con base en las cabezas colosales sino también en el tamaño desproporcionado de la cabeza de muchas figuras antropomorfas y fantásticas.
Tema obligado a tratar cercanos ya a los 500 años de la conquista de México es el que atiende las vicisitudes y consecuencias de la misma. Uno de los aspectos importantes que se derivan de aquel acontecimiento es la necesidad de desmitificar la historia en diversos apartados que relatan como verídicos una serie de hechos que no obedecen a la verdad.