Dentro del complejo mundo de seres serpentinos que se representaron en códices, cerámica, esculturas, relieves, tallas de madera o en diversos elementos arquitectónicos, las imágenes de serpientes de dos cabezas han llamado la atención de los especialistas dedicados al estudio de los animales mesoamericanos.
Este artículo presenta los trabajos de conservación-restauración realizados en tres de los cuatro asentamientos del corredor ecoarqueológico Paamul II: Garra de Jaguar, Ocho Balas y Las Manitas, aledaños al tramo 5 sur del Tren Maya. Se expone un panorama general de los procesos y criterios aplicados, los hallazgos registrados a partir de la intervención, así como la importancia de la colaboración interdisciplinaria.
La intensa vida ritual de la capital altiplánica no sólo se refleja en las complejas ceremonias plasmadas en el arte escultórico, sino también en las ricas ofrendas inhumadas en los principales edificios públicos. De uno de estos contextos procede un conjunto inusitado de animales marinos traídos desde las lejanas costas del Océano Pacífico. Las estrellas, junto con los corales, las almejas y los caracoles ocupan allí un lugar de privilegio.
Cuando se visita el museo de Santo Domingo en la ciudad de Oaxaca, una de las paradas obligadas del recorrido es la sala donde se encuentran las piezas de la Tumba 7 de Monte Albán.
Hace diez años, en la zona arqueológica de Palenque, Chiapas, se llevó a cabo un descubrimiento de significativa importancia para el mundo maya y para la arqueología en general.
Aun cuando Enrique Juan Palacios, asienta que Cantona es mencionada en la Gazeta de Alzate de 1790, es de Henri de Saussure de quien contamos con un texto relacionado con este asentamiento prehispánico. Saussure visitó Cantona en 1855 y lo describió.
Aunque la mayoría de los objetos metálicos era de carácter suntuario y estaba asociada al poder político y religioso, también existían entre los antiguos michoacanos ejemplares de uso común.
Aunque en todas las sociedades antiguas el sacrificio humano había sido una práctica frecuente, cuando los españoles llegaron al Nuevo Mundo este acto les horrorizó, de ahí que fuera uno de los asuntos más abordados en los relatos sobre la Conquista.