La celebración del día de Muertos no debe verse como una derivada íntegramente de prácticas prehispánica, varios de sus elementos tienen origen en costumbres vigentes en Europa al momento de la conquista.
El descubrimiento tuvo lugar justo frente a las ruinas del Templo Mayor, cuando el equipo del arqueólogo Álvaro Barrera exploraba el predio que ocupó la Casa de las Ajaracas