Desde tiempos prehispánicos, las flores y tallos tiernos son importantes en la gastronomía de México y hay platillos muy tradicionales hechos con ellas.
Esta figura está pintada de azul y rojo, colores que están, el primero, relacionado con el agua, la humedad y el inframundo, y el segundo, con la guerra y la muerte por sacrificio.
Ingresamos por una pasarela a un drenaje hecho de tabiques en el año 1900. Nos conduce a lo largo del tiempo y nos descubre diversas etapas del edificio.
Tiene las estructuras prehispánicas más voluminosas, construidas en torno a plazas de proporciones extraordinarias, y un área urbana que cubrió unas 5 300 ha.