En Mesoamérica, los conceptos de género se desarrollaron con base en la observación que los individuos hicieron de la interacción de fuerzas opuestas, palpables sobre todo en los ciclos cosmogónicos y estacionales. Dicho de otra manera, establecieron expectativas respecto a los roles y comportamientos considerados adecuados para hombres y mujeres.
Las condiciones climáticas del cráter resguardaron, durante siglos, objetos que constituyen para los arqueólogos una ventana a las prácticas rituales prehispánicas.
El cenote Las Calaveras tiene forma de botellón, por lo que hay que descender 12.40 m para llegar al agua; tiene un diámetro de 25 a 30 m y una profundidad de 15 m.