En un abrigo rocoso, en Zimapán, Hidalgo, se encontró un fardo mortuorio con los restos óseos de un adulto de aproximadamente 20 años de edad al morir, hasta ahora caso único en la arqueología de la entidad.
El empleo en Mesoamérica de piedras semipreciosas de tonalidades verdosas, de textura tersa y de superficie brillante y reflejante, hunde sus raíces profundamente en el tiempo.