En las ruinas del recinto sagrado de Tenochtitlan han sido exhumadas diversas esculturas identificadas como dioses del pulque. Una de ellas apareció en el muro oeste del Templo de Tezcatlipoca.
Se trata de una de las tradiciones culturales de mayor duración. De hecho, su historia no se limita a la época prehispánica, sino que su presencia se mantiene en la actualidad.