Dentro del complejo mundo de seres serpentinos que se representaron en códices, cerámica, esculturas, relieves, tallas de madera o en diversos elementos arquitectónicos, las imágenes de serpientes de dos cabezas han llamado la atención de los especialistas dedicados al estudio de los animales mesoamericanos.
Este artículo presenta los trabajos de conservación-restauración realizados en tres de los cuatro asentamientos del corredor ecoarqueológico Paamul II: Garra de Jaguar, Ocho Balas y Las Manitas, aledaños al tramo 5 sur del Tren Maya. Se expone un panorama general de los procesos y criterios aplicados, los hallazgos registrados a partir de la intervención, así como la importancia de la colaboración interdisciplinaria.
La intensa vida ritual de la capital altiplánica no sólo se refleja en las complejas ceremonias plasmadas en el arte escultórico, sino también en las ricas ofrendas inhumadas en los principales edificios públicos. De uno de estos contextos procede un conjunto inusitado de animales marinos traídos desde las lejanas costas del Océano Pacífico. Las estrellas, junto con los corales, las almejas y los caracoles ocupan allí un lugar de privilegio.
Los murales figurativos de Teopancazco que actualmente se conocen fueron descubiertos a fines del siglo XIX, y fueron piezas clave desde entonces en las discusiones acerca de las características de los posibles habitantes de algunos conjuntos arquitectónicos teotihuacanos y acerca del sistema de escritura que usaban. En particular, el traje de los oferentes de Teopancazco remite al océano.
La apariencia facial de algunos trabajadores de este centro de barrio de Teopancazco es sin duda el reflejo de la confluencia migratoria de diferentes regiones de Mesoamérica, observada a partir de la representación facial de cinco cráneos enterrados en este sitio.
Una de las características de Teotihuacan como ciudad multiétnica fue el flujo de personas, bienes manufacturados y materias primas de otras regiones. Teopancazco fue un centro de coordinación de un barrio muy activo en estos menesteres, particularmente vinculado con el corredor hacia Nautla, en Veracruz.
Relacionada inicialmente con la renovación de la vegetación, la serpiente emplumada ha sido el monstruo mítico más activo que participó en la obtención de todos los dones que fueron otorgados a los humanos. Aproximarse al estudio de su naturaleza es profundizar en la esencia del pensamiento en el mundo antiguo.
En las celebraciones asociadas a estas fechas se manifiesta la naturaleza híbrida de las fiestas indígenas mexicanas, en las que confluyen aspectos conceptuales de raigambre prehispánica con elementos propios de la tradición católica. En esta última lo que se conmemora en Semana Santa son los últimos días de la vida de Jesús: de su entrada a Jerusalén, en el domingo de Ramos, a su resurrección, en el domingo de Pascua. Aunque existe un canon para la celebración, lo cierto es que éstas presentan rasgos distintivos en las distintas partes del mundo y México no es la excepción.