A pesar de que se cuenta con rica documentación escrita, la técnica arqueológica ha contribuido notablemente a revalorar el uso cotidiano de los espacios en diferentes etapas.
El museo fue construido al estilo vernáculo y se adaptó la estructura a las variaciones topográficas, para armonizarlo con las edificaciones características de la comunidad de Atzompa.
Azcapotzalco y la cultura tepaneca habían despertado en el joven Gamio un particular interés, manifiesto en el artículo que escribió acerca de ella en 1909 bajo el título de “Restos de la cultura tepaneca”.