Cholula cuenta con 3 000 años de ocupación ininterrumpida en los que las evidencias materiales de cada uno de los grupos que la habitaron han sido cubiertas.
Las tensiones e intrigas al interior de la elite nativa de Michoacán se dejan entrever en diversas fuentes históricas, especialmente en los textos y pinturas.
Los animales están presentes en la vida cotidiana y en la cosmovisión de los pueblos de Mesoamérica aparece en abundantes y variados testimonios de carácter arqueológico, plástico, iconográfico y literario.
Uno de los protagonistas de estos eventos fue el k’uhul kaan ajaw Yuknoom Yich’aak K’ahk’ o Zarpazo de Fuego, conocido en la literatura arqueológica como Garra de Jaguar.
La justicia mesoamericana tuvo un planteamiento simple: a toda transgresión corresponde una sanción. Este principio básico tuvo efectos sociales y simbólicos profundos.