Las exiguas dimensiones de la Isla de Sacrificios – de apenas 340 x 205 m— no corresponden con su enorme trascendencia a todo lo largo de la historia de México.
La historia ocupacional de la Estructura III de Calakmul cuenta con por lo menos dos etapas principales: la primera se relaciona con los mascarones de estuco y en la otra la fachada del edifico sufrió cambios notables que incluyeron la “matanza” y cobertura de los mascarones.
Las cofradías ayudaban a las personas a enfrentar las vicisitudes de los tiempos y aminorar el temor ante la enfermedad y la muerte, así como a asegurarles la asistencia espiritual que les permitía obtener la salvación de su alma.
En 2012 se realizó el rescate arqueológico de una tumba prehispánica en la región chocholteca de Oaxaca, un esfuerzo conjunto entre el INAH y la comunidad por investigar y preservar el patrimonio arqueológico de una región poco explorada.
Arqueología Mexicana, al desarrollar monográficamente en este número el tema del tributo en los antiguos estados indígenas, encuentra en estos cuadros una utilidad adicional: la de orientar a sus lectores.
A principios de 1737, a la nutrida lista de enfermedades contagiosas sufridas por los habitantes de la capital novohispana desde la conquista, se sumó una nueva epidemia de matlazáhuatl (tal vez una especie de tifo).
Para propósitos de investigación todos los sitios arqueológicos son importantes; la riqueza de cada lugar radica en la información histórica y cultural que ahí se conserva.