Las dos décadas –1987-2007– han sido de trabajo constante y han proporcionado datos para comprender el desarrollo de Tlatelolco y su estrecha relación con México-Tenochtitlan.
Ante la imposibilidad de explicar las causas que producen los más diversos fenómenos naturales, los mayas crearon un mundo imaginario formado por seres sobrenaturales.
Chalcatzingo se encuentra al pie de los cerros Delgado y de la Cantera, los cuales forman una hendidura que para los olmecas simbolizaba el lugar en donde brotaba el maíz.
Las noticias sobre la posible construcción de un acueducto que llevara agua a Otumba y Zempoala se remontan a 1541, cuando fray Jacobo de Testera informó a Carlos V de la necesidad de esta obra.
Los estudios en antropología física y lingüística permiten ubicar en alrededor de 1500 a.C. el establecimiento de los huastecos en la región septentrional de la Costa del Golfo.
El Tekax se divide en dos grandes partes. La primera contiene un calendario europeo de 365 días en el que se anotan, además, el nombre de los meses del haab y los días del tzolkín.
En 2008 inició la investigación arqueológica subacuática en Samabaj, sitio sumergido en el lago de Atitlán; el reconocimiento subacuático no ha terminado pero ya se sabe cómo era el sitio y el paisaje que el agua cubrió.
La lengua náhuatl ha prevalecido de diversas maneras. Podemos observar esto en los nombres de algunas ciudades antiguas, como Coyoacán, Tacuba, Iztapalapa, Tlatelolco, Azcapotzalco, Cuautitlán.