Los hallazgos en ese conjunto arquitectónico –entre ellos cinco ofrendas masivas y más de 30 ofrendas con cerca de 3 000 objetos– marcaron la historia de la arqueología olmeca.
Los artistas mayas del Clásico quisieron mostrar a la deidad del maíz como bebé o un joven renaciendo de un cráneo o de una tortuga para cerrar el mito con el inicio del mismo, cuando la deidad siendo bebé es lanzada al agua donde debe enfrentarse con un monstruo marino.
Coyoacán aparecía como un vergel próximo a la ciudad ante la mirada de los europeos: se encontraba en la orilla suroeste de la laguna de México, con el pedregal originado por el Xitle a sus espaldas
Las escenas y textos mitológicos plasmados en el estilo códice constituyen una rica fuente de información sobre la narrativa y el panteón sagrado de los mayas.
“La vida de la muerte” tuvo una larga gesta católica que se remonta en Europa hasta el siglo XIII y se insertó en el Nuevo Mundo después de la conquista en sus distintas versiones en todos los virreinatos.