El primer intento por identificar las viviendas olmecas tuvo lugar en San Lorenzo, Veracruz, y fue realizado en la década de los sesenta del siglo pasado por Michael Coe y Richard Diehl.
Durante un siglo, los reyes de Ek’ Balam levantaron una ciudad admirable, atrajeron a la corte gran cantidad de artesanos y ampararon a una de las escuelas de escribas y maestros calígrafos más notables de su tiempo.
Entre los elementos que indican un nivel jerárquico o estatus en las construcciones zapotecas se encuentran las dimensiones de la unidad, la arquitectura, los sistemas constructivos, los materiales y la decoración.
Con la evidencia disponible, se puede sugerir que tanto el linaje de Chatahn como el de Kaanu’l pudieron coexistir dentro del mismo Calakmul desde el Clásico Temprano hasta el Clásico Tardío, siendo estos últimos herederos de los Chatahn Winik.
Después de realizar diversas excavaciones en el sitio arqueológico El Popote se localizaron contextos funerarios de distintas características, procedentes de dos periodos de ocupación de la época prehispánica.
En los procesos civilizatorios que ha desarrollado la humanidad, hay algunos que deben reconocerse como originarios, es decir, que en su origen se han producido autónomamente.
El conocimiento de lo que fue la alimentación en la época prehispánica es escaso. El padre Bernardino de Sahagún fue el único que tuvo la sensibilidad de inquirir sobre la dieta indígena.