Estos objetos desconocidos hasta ahora, que reflejan la alta calidad y la riqueza del arte olmeca, proporcionan nuevos indicios iconográficos, como la posible capa de plumas.
Gruesas capas de suelos ocultan a la vista restos arquitectónicos de Cotzumalguapa, ciudad del Clásico, con excepción de los más prominentes, que se concentran en tres conjuntos: El Baúl, El Castillo y Bilbao.
Sabemos por las fuentes que los mexicas utilizaban fragmentos de madera de copal al igual que resina para sahumar; de hecho, el copalli era un elemento básico en casi toda ceremonia o ritual prehispánico.
Durante la Intervención francesa en México, el gobierno de Napoleón III estableció una Comisión Científica compuesta por investigadores franceses y mexicanos.
En los siglos XV y XVI los mexicas y sus contemporáneos despojaron a la ya entonces ciudad arqueológica de Tula de muchos de sus monumentos escultóricos.
Las ciudades de Mesoamérica, como las de otras del mundo, se edificaron en un espacio real y un tiempo pero se gestaron también en la geografía interior de sus habitantes y en una atemporalidad con valor mítico.