Algunas narraciones se han convertido en una suerte de “historia oficial” que ha sido repetida por distintos autores modernos para interpretar algunas páginas del Códice Vindobonensis.

Moctezuma Ilhuicamina y Chimalpopoca eran hijos de Huitzilíhuitl, segundo tlatoani de Tenochtitlan, pero mientras la madre de Chimalpopoca fue una mujer tepaneca, la de Ilhuicamina fue una señora de Cuauhnáhuac.

Los gobernantes de San Lorenzo, por medio de rutas acuáticas y terrestres, difundieron todo un sistema de interacción social, económica y ritual como ningún otro grupo humano en Mesoamérica hasta entonces.

En realidad fue un gran reformador que llevó al cenit a su imperio y a la cultura azteca.

 Era hijo de Acamapichtli, el fundador de la casa real de Tenochtitlan.

La necesidad de reprimir rebeliones frecuentes y de reconquistar súbditos imperiales insumisos demuestra la fragilidad del control político.

Los mexicas migrantes que registran las fuentes históricas terminaron encontrando, en un islote entre Colhuacan y la propia Azcapotzalco, un lugar donde establecerse y prosperar.

Azcapotzalco se convirtió casi en una delegación del gobierno central de Tenochtitlan.

Durante su tiempo fue el despegue del poderío de la ciudad, ya que según las crónicas los tenochcas se dieron a la tarea de construir barcas para el desarrollo de la pesca y la caza en el lago.

“Cholula” o “Cholollan” es admitida por varios expertos como “lugar de la huida”, en relación con los tolteca-chichimeca que salieron huyendo de Tollan.

El Mundo Perdido estuvo relacionado con la conmemoración del tránsito solar y con los ciclos de tiempo.

Las fuentes tenochcas dejan por sentado que era fruto del matrimonio de un migrante mexica con una hija del señor de Culhuacan, en tiempos de la peregrinación.

En tiempo de la Conquista, el territorio que conforma Michoacán estaba dominado por un aparato estatal que era la única entidad política de la Mesoamérica, si se exceptúa el imperio mexica.

Este artículo abre con una introducción que permitirá contextualizar al pueblo tenochca y a sus señores.

Como materia prima de bienes cuyo uso estaba restringido a grandes señores, militares y sacerdotes, el oro ostentaba jerarquías y fortalecía vínculos, reproduciendo relaciones de poder.