Orbita y Fuensalida visitaron la isla de Tayasal, en la segunda década del XVII, vieron en uno de los templos la escultura de lo que tomaron por un caballo, sentado en sus ancas “y levantado sobre las manos".

En el Códice Laud, se representa a Mayáhuel sentada sobre una tortuga.

En la muestra, integrada por 97 obras entre pinturas, esculturas, fotografías y proyecciones cinematográficas, se pueden apreciar figuras emblemáticas.

El xoloitzcuintli fue considerado sagrado, con las funciones de representar a los hombres en el sacrificio y conducir a sus espíritus al inframundo.

Los resultados la colocan como la guacamaya en contexto arqueológico más antigua del norte de México y suroeste de Estados Unidos hasta ahora registrada

La pieza, ejemplo de la alta calidad estética que alcanzaron los artistas de ese tiempo, muestra en una de sus caras a “mariposa de obsidiana”, diosa matlatzinca.

La imagen del jaguar en el suroeste de Mesoamérica fue común; se representó a los felinos en poses antropomorfas o zoomorfas o en figuras humanas con atributos de jaguar.

En los relatos de algunas lenguas, el fuego debía recuperarse tras el diluvio.

La ciudad de Xochicalco, fue fundada alrededor del año 700 d.C. y durante 200 años fue la población más importante, y quizá la más poderosa, en el Altiplano Central.

Las orejas las tiene hacia atrás, en actitud alerta, y lleva un cordón al cuello cuyos extremos forman un rectángulo.

Las creencias asociadas a los jaguares y demás felinos no desaparecieron con la llegada de los españoles en 1519.

En la quinta cara hay un relieve de Tlaltecuhtli, deidad de la tierra que en la tradición escultórica mexica se colocaba en contacto con la superficie.

Por ser el gemelo oscuro de Quetzalcóatl, Xólotl fue deidad de los gemelos.

Como dios nocturno que sale de las cuevas al ponerse el Sol, el murciélago era también asociado con el jaguar.

Después de describir sucintamente al coyote, los informantes de Sahagún hacen la observación de que se trata de un animal agradecido.