En las fuentes históricas se narra que la actividad consistía en colocar carbón en un sahumador, añadir la resina o plantas fragantes y orientar el recipiente hacia los cuatro puntos cardinales para luego depositar el contenido en un brasero. Esta ceremonia se realizaba tanto en ámbitos domésticos como en templos, acompañando festividades del calendario solar o eventos especiales.