Este códice conserva el estilo tradicional prehispánico de delineado, y adopta características coloniales, como glosas en caracteres latinos en náhuatl y español.
La imagen de este pasaje es sobresaliente; para comprenderla cabalmente es necesario observar la codificación simbólica que los pintores hacen con los colores a través de su luminosidad y sus materias primas.
El rojo minio es el único pigmento europeo usado por los artistas del Códice Florentino. En el contexto del tonalpohualli, los artistas señalaron sutilmente que la afección de ser “borracho” está influida por la energía del Sol (tonalli) que proviene de España.