Existen elementos constructivos y materiales cerámicos que indican que Xcambó empezó a poblarse a fines del Preclásico Tardío (ca.100 a. C.-250 d. C.).
El mito del maíz nos permite saber cómo llegó al mundo nuestro sustento, cómo se tiñó de colores, cómo dejó de cocerse de uno en uno y se perdió su rendimiento.
Formas heredadas de anteriores culturas así como monumentos historiados que inauguran una tradición artística inédita forman el magnífico corpus artístico que México-Tenochtitlan nos dejó como legado inigualable de su gloria y poderío.
Desde hace más de un siglo, especialistas en prehistoria americana han mantenido una controversial discusión sobre el tema del poblamiento del continente.
En las colecciones de numerosos museos, tanto de Estados Unidos como de Europa y de América Latina, destacan los objetos de estilo olmeca procedentes de un sitio cerca de Izúcar de Matamoros, Puebla.