Se trata de uno de los desastres demográficos más graves de la historia de la humanidad, el cual abarcó una zona muy extensa que nunca recuperó su nivel poblacional.
El ADN mitocondrial, contrario al nuclear, es heredado sólo por vía materna a hijos e hijas, y han sido ellas las únicas en transmitirlo durante toda la historia de la humanidad.
En el recinto amurallado de Ek’ Balam es muy significativa la inexistencia de arquitectura itzá, así como la casi completa ausencia de materiales cerámicos Sotuta, lo que indica la autonomía de Ek’ Balam ante el surgimiento de Chichén Itzá como potencia del Clásico Terminal.