Este códice proviene de la Sierra Cuicateca, al este de la cañada de Cuicatlán, Oaxaca.
Se le considera el lugar en el que los dioses habían creado nada menos que el Quinto Sol.
Lorenzo Boturini consiguió numerosos documentos originales.
La forma final de los objetos de cestería es extraordinariamente diversa.
En esta etapa ocurrió el establecimiento de los primeros pobladores en aldeas.
Es una de las pocas pictografías mesoamericanas prehispánicas.
Malintzin parece representar a la diosa de la Tierra.
Se trata de un tonalámatl o “almanaque de los destinos”, libro mántico o adivinatorio.
En el caso particular de la periodización de la historia de Mesoamérica, adquiere particular importancia la cronología arqueológica.
Se ha calculado que en la cestería y cordelería en México se utilizan alrededor de 80 especies.
En el sitio arqueológico de Plazuelas se han encontrado nueve maquetas con canchas de juego de pelota.
En la muestra estudiada, las figurillas femeninas predominan, pues 92% son mujeres.