Entre los mexcia, la parturienta era vista como un guerrero que emprendía batallas.

En el pensamiento mesoamericano no había seres puros: todo lo existente era una mezcla de las esencias de lo masculino y lo femenino.

Fueron conocidos en lengua náhuatl bajo el nombre genérico de tecciztli (“caracoles grandes de mar”).

Cualidades guerreras y una compleja vida ritual están asociadas a los mexicas.

Los zapotecos son notables por su larga permanencia en los Valles Centrales en la época prehispánica.

La aparición de Tezcatlipoca anunció el fin de Tula y Tenochtitlan.

Fray Bernardino de Sahagún nos relata la presencia de 78 edificios.

Con la exploración y excavación de este edificio se supo su función: estuvo dedicado a ritos adivinatorios.

Desde el principio de la colonización, la pluma ha contribuido a forjar la imagen del Nuevo Mundo y a identificarse como uno de los principales atributos del indio americano.

Los ascensos al Popoctatépetl fueron parte de una estrategia militar.

No se espantaban los indios de ver el humo por ser casi ordinario en este volcán.

Antes de que Cortés intentara transitar entre los volcanes este lugar era un importante puerto comercial y ritual.

El lapso de 1530-1540, ha sido conocido por algunos estudiosos como “el siglo perdido”; sin embargo, esto parece ser incorrecto.

La Cuenca de México fue el núcleo del poderoso imperio de la Triple Alianza.

El Posclásico (900-1521 d.C.) ha sido estudiado a profundidad en la región de Oaxaca