El Templo Mayor es la síntesis de la vida en el imperio mexica.

Un importante puerto maya con una historia de más de 1000 años.

Las representaciones del maíz y los dioses vinculados con ella son abundantes.

Contenedores e instrumentos de carga.

Los tlahtoque se sentaban en un trono de tule.

Lorenzo Boturini consiguió numerosos documentos originales.

Se trata de un  tonalámatl o “almanaque de los destinos”, libro mántico o adivinatorio.

En el caso particular de la periodización de la historia de Mesoamérica, adquiere particular importancia la cronología arqueológica.

Para congraciarse con los tlaloques, los mexica  hacían sacrificios de niños en ciertas épocas del año.

Las primeras representaciones de deidades del maíz se encuentran entre los olmecas.

Para encontrar las huellas de la música prehispánica, parte importante de nuestra identidad, es necesario recurrir a la historia y al mito.

Los pormenores de la derrota del imperio mexica, quedaron grabados en las mentes y relatos de los conquistadores.

No es aventurado suponer que una vez que se desarrollan los modos para obtener las fibras y procesarlas, y así dar forma a un sinfín de objetos, han permanecido sin mayor alteración hasta la fecha.

El archivo fotográfico de “La pintura mural prehispánica en México” consta de un acervo de poco más de 200 000 imágenes.

En las laderas de los cerros que rodean al Tetzcotzinco se encuentran restos de antiguos acueductos  y canales que, con los de ese sitio, formaron un imponente complejo hidráulico prehispánico