Los artistas del Clásico maya unieron las representaciones pictóricas y la escritura jeroglífica.

Una de las características de Teotihuacan como ciudad multiétnica fue el flujo de personas, bienes manufacturados y materias primas de otras regiones. Teopancazco fue un centro de coordinación de un barrio muy activo en estos menesteres, particularmente vinculado con el corredor hacia Nautla, en Veracruz.

El conejo, el felino y la serpiente son animales que la tradición indígena mesoamericana asocia con el inframundo, con lo terrestre y, por extensión, con la fertilidad de la tierra.

Al trazarse un nuevo camino de México a Puebla (en el siglo XIX), se efectuó una excavación al norte de la construcción (la Gran Pirámide), de modo que quedaron a la vista no sólo los adobes con los que está edificada en su núcleo interno, sino que también se descubrió una cámara sepulcral que contenía dos esqueletos, esculturas de piedra y “un gran número de vasijas barnizadas y pintadas con arte”.

Los antiguos pobladores de Mesoamérica fueron grandes maestros artesanos.

Los estudios más recientes en Cuicuilco en relación con otras materias primas están dando pistas más concretas sobre posibles contactos regionales.

En las colecciones de numerosos museos, tanto de Estados Unidos como de Europa y de América Latina, destacan los objetos de estilo olmeca procedentes de un sitio cerca de Izúcar de Matamoros, Puebla.

A Martín Océlotl, se le conocía como un hechicero, profeta y curandero.

Desde tiempos inmemoriales la percepción de la forma y función de las manos fue motivo de curiosidad y reflexión de los seres humanos.

En las plazas o patios, se realizaban las actividades productivas.

La técnica de elaboración de las efigies explica el porqué de las semejanzas entre ellas. Aunque los cuerpos fueron modelados, los rostros se manufacturaron con un molde.

Los habitantes de Tenochtitlan también emplearon vasos y jarras, de cerámica o de piedra, decorados con la faz de Tláloc o simplemente pintados de azul.

Al igual que en otras partes de Mesoamérica, la gran mayoría de las colecciones recuperadas en excavaciones controladas pertenece a contextos domésticos.

La investigación arroja que el cenote de Dzibilchaltún.

Esta obra reúne dos investigaciones arqueológicas de los años setenta y ochenta: el Proyecto Arqueológico Huaxteca.